Muchas veces habrás escuchado hablar sobre Niños Índigo, Cristal o Arco Iris, los hijos de la nueva era. También llamados "niños de las estrellas" o "seres estelares", se trata de niños talentosos y excepcionales que muestran habilidades sorprendentes y un estado superior de conciencia.
Conozcamos las diferencias entre estos "niños de las estrellas".
Niños Índigo
Se los llama niños índigo porque su aura es violeta o índigo, color relacionado con la frecuencia del tercer ojo. Se caracterizan por ser más sensibles y justos que otros niños, son nobles y suelen tener pensamientos espirituales elevados. Necesitan emplear su creatividad, se aburren en el colegio si se les imponen métodos de enseñanza muy tradicionales, y en ese caso se tornan impacientes y nerviosos. Son niños que no temen a la confrontación, tienen mucha energía y nada de miedo. Solemos asociarlos con una palabra: "desobedientes". Son generosos y sienten empatía por personas y animales, algunos son vegetarianos, rechazan la carne desde una edad muy temprana.
Niños Cristal
Los niños cristal poseen una energía vibratoria diferente, su objetivo universal es distinto. Los niños índigo abrieron el camino, rompiendo con los sistemas tradicionales, luego llegaron los niños cristal, más tranquilos y pacíficos. Son muy afectuosos, más vulnerables emocionalmente, evitan el conflicto y la confrontación, prefieren callar y retirarse. Suelen ser muy callados, pero cuando hablan expresan sus ideas con profundidad. Tienen habilidades psíquicas especiales, y una gran capacidad afectiva. Les gusta pasar mucho tiempo a solas, no tienen miedo a la soledad.
Niños Arco Iris
La tercera generación de niños especiales trae consigo la alegría y la armonía, nacen sonriendo. "Dar" es el camino que eligen y son el ejemplo más alto del verdadero potencial de la humanidad. No tienen temor a expresar sus emociones, tienen empatía con los demás y una fuerte personalidad, pero orientada al optimismo. Estos pequeños nacen con su potencial espiritual plenamente desarrollado, y aún a muy corta edad, tienen un sorprendente dominio emocional y demuestran una sabiduría que sorprende a sus mayores.
Expertos señalan que tanto los niños índigo, como cristal y arcoíris, suelen sufrir acoso escolar, ya que no siguen el ritmo escolar establecido y muchos no se ajustan a las normas sociales establecidas. La realidad es que estos niños están aquí, y nuestra responsabilidad como adultos, debe ser romper con el mito de la "anormalidad", y acompañarlos en el despertar de sus facultades y muestras de su extraordinario talento y capacidad creadora.
El rasgo más importante que comparten estos niños, es que se muestran más compasivos con el sufrimiento ajeno, y tienen una consciencia más profunda sobre el mundo. Es entonces esperanzador, comprender y reconocer que la energía de estas generaciones, está cambiando el planeta. (Con información de THE HUFFINGTON POST)